lunes, 20 de abril de 2009

Fabula

Había una vez un perro Pastor Alemán que tenía como misión mantener todas las ovejas posibles en el rebano. Un día su amo le dijo: necesito que traigas mas animales ya las ovejas no son suficientes. El perro salió disparado a ladrarles a todos los animales sin importarles la especie. Pasaba los días corriendo alrededor de ellos y no paraba de ladrar. Un día que ladraba por la orilla de una playa, un pulpo que estaba cansado de escuchar los mismos ladridos siempre saco un largo tentáculo con el que lo agarró y lo metió en el agua. El pulpo le pregunto si podía callarse ya. El perro Pastor Alemán tomo un buche de agua y no volvió a ladrar.
Moraleja: El pulpo vivió feliz para siempre.

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